Juan Díaz, el sastre cántabro que diseña las chaquetas blindadas de James Bond y los vip

Fabricaba chalecos antibala cuando recibió un sorprendente encargo: una chaqueta elegante cuya protección no se notara. Hoy el cántabro Juan Díaz elabora todo tipo de moda blindada: trajes, "blazers", blusas...

El sastre de James Bond es español, y sus creaciones no sólo sorprenden por la elegancia del corte o la exclusividad de las telas (en la línea de los maestros de Savile Row), sino por su resistencia a los disparos. Hace cuatro años Juan Díaz, uno de los grandes fabricantes nacionales de chalecos antibalas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, recibió un encargo peculiar. Unos clientes de Madrid le pidieron confeccionar una chaqueta anti-armas para regalársela a su amiga: una presidenta latinoamericana. Debía ser una prenda estéticamente bella y que no revelase su naturaleza blindada. Necesitaba, asimismo, ser ligera y flexible, para permitir una movilidad perfecta en cualquier ocasión. Juan Díaz contaba con la tecnología necesaria para ello, a través de su empresa Corrservic, pero le faltaba experiencia en el mundo de la moda. Para ello se lanzó a un casting incansable entre una élite de sastres hasta conocer a María Victoria Valencia, artesana y artista del patronaje y la alta costura con más de 30 años confeccionando vestidos de novia, trajes de fiesta, y con un profundo conocimiento de la sastrería masculina. El feeling entre ambos fue inmediato y el desafío para ella muy estimulante: "Durante dos largas semanas estuve investigando y transformando los patrones: resultaba muy complejo disimular el volumen de los paneles en el forro del chaleco para que la prenda fuese al mismo tiempo bonita y su relleno invisible. Pero al final lo logré".

 

Blindado y ceñido

En marzo de 2012 entregaron ese primer pedido: una refinadísima chaqueta y su blusa interior en talla 38. Un diseño elegante y funcional para una mujer de 1,63 metros de altura que vivía en el ojo del huracán al otro lado del océano. Aquel día empezaron a definir la nueva línea de negocio: tayloring a medida, excelencia en los tejidos y cortes y la última tecnología disponible para seguridad. "Nuestras prendas van equipadas con lo mismo que llevan la Policía y la Guardia Civil en España: panel delantero y panel trasero con 24 láminas de aramida, Twaron, nivel III-A según protocolo del NIJ (National Institute of Justice americano)", explica Juan Díaz. O lo que es lo mismo: protección para disparos de 9 mm Parabellum a una velocidad de unos 436 metros/segundo y para un 44 Magnum a la misma velocidad. Y también protección anticuchillo y antipunzón.

 

A prueba de todo

 

  • Es importante que los paneles basílicos cubran 360 grados, es decir, que por los laterales no quede hueco.
  • Son totalmente personalizados.Una modista se desplaza para tomar las medidas.
  • Se recomienda llevar debajo del chaleco una camiseta de tejido técnico, nunca de algodón.
  • El cliente puede elegir cómo lo quiere entre un amplio muestrario de telas y diseños.

El modus operandi es siempre el mismo: la modista se desplaza al domicilio del cliente para tomar las medidas y ayudarle a elegir entre un amplio muestrario de diseños y telas. En función de sus gustos y necesidades definirán juntos las prendas que se confeccionarán de manera personalizada. En creaciones de este tipo, el peso es un factor diferencial. Dotar a una prenda de moda con resistencia antiarmas representa una carga adicional de 1,8 kg para arma corta y un peso bastante superior para arma larga, uniendo placas de polietileno de alta densidad nivel III NIJ y placas cerámicas nivel IV NIJ para hacerla resistente a municiones de Kalashnikov y Cetme, por ejemplo. En ambos casos los paneles van metidos en el interior de una funda termosoldada y estanca al sudor, ya que éste podría actuar como lubricante de la bala.

- ¿Su moda blindada salvará vidas?

Para eso está pensada. En situación de peligro real creo firmemente que sí lo hará.

 

-¿A qué distancias aguantan un disparo y con qué consecuencias?

Los disparos se han certificado a todas las distancias, incluso a bocajarro.

- ¿Tiene el mismo efecto un chaleco antibalas en un cuerpo con la musculatura de un policía que en el de cualquier persona sin entrenamiento?

En tipos de distinta corpulencia lo que varía es el "trauma", que es la deformación que sufre el chaleco al ser disparado. Alguien más corpulento siempre será capaz de soportar mejor el impacto.

El sastre de James Bond empezó en un establo. En su casa había ganado: seis u ocho vacas. Su hermano era ingeniero industrial y él no quería ir a la universidad. Su padre, que trabajaba en una fábrica, señalaba a las vacas a menudo y decía: "El futuro tuyo está ahí, hijo. El futuro tuyo está ahí". Precisamente en ese establo montó su mesa Juan Díaz y comenzó su aventura empresarial. Al principio se dedicó a confeccionar ropa de caza en su casa familiar de Santián, en Barros (Cantabria). Pero en 2004 conoció a un rumano que había pertenecido a la brigada antiterrorista de su país y le propuso fabricar chalecos antibalas ayudándose en su conocimiento en estas prendas.

 

Exportación

Así nació Corrservic un año y medio después (a día de hoy sus chalecos antibalas han protegido a más de 3.000 policías y guardias civiles sólo en España), seguido de la apertura de su propia armería en Los Corrales de Buelna, Cantabria (de donde son la pistola Walther con silenciador y el AK 47 que aparecen en nuestra foto) y, por último, este nuevo proyecto de moda blindada.

Entre los clientes de esta nueva forma de vestir y proteger se cuentan numerosos guardaespaldas del País Vasco, policías y guardia civiles de toda España..., y se han iniciado contactos con mercados potenciales como el de Portugal, Angola, Libia, Ecuador o Afganistán. La demanda responde, según Juan Díaz, a un crecimiento exponencial de la inseguridad. "El mundo es cada vez más y más violento y dentro de la propia violencia se van alcanzando niveles muy extremos".

La confidencialidad es santo y seña del negocio. "Éste es un producto muy especial y garantizamos la máxima discreción a nuestros clientes. Además, como sucede con las armas que vendemos o con nuestros chalecos, antes de aceptar un pedido nos aseguramos de que el comprador va a darle un uso correcto. Nos negamos a aceptar que un material sensible como el nuestro caiga en malas manos y se utilice de manera indebida".

Entre sus creaciones todo el espectro posible para hombre y mujer: abrigos, chaquetas, chalecos vipblazer, trajes de señora. "Podemos fabricar cualquier cosa", explica Juan Díaz, y añade: "Trabajamos todos los materiales y colores: telas estilo Chanelcashmere, gasas, algodón, sintéticos, mezclas, etcétera. Procuramos asistir a ferias de moda para estar siempre a la última y contar con lo mejor. A continuación presentamos nuestros modelos en Marbella, con el impulso de su Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial, que nos cede además diferentes locales". El precio de estas creaciones a medio camino entre el pánico a la violencia y el glamour de James Bond resultará económico para muchos de nuestros lectores, teniendo en cuenta la naturaleza de su objetivo: no sólo ir impecable, sino también salvar la vida (entre los 2.500 y los 3.500 euros el traje de tres piezas a diferencia de los 600 euros que cuesta un chaleco antibalas modelo policial).

Otras latitudes

Esta moda blindada registra aún muy pocos creadores. Seguramente el más famoso sea el colombiano Miguel Caballero, con colección antibalas para adultos y niños y que cuenta entre sus clientes -según Reuters- con el rey de Jordania, el primer ministro de Turquía y los presidentes de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nigeria, Panamá y Paraguay, además de funcionarios gubernamentales de México (unos 7.500 euros/traje). Pero no es el único: en Toronto los modistas de Garrison Bespoke comercializan trajes antiagresión de un material secreto que, aseguran, utilizaban las tropas americanas de élite en Irak. El precio de estos es más elevado: unos 15.000 euros el traje.

Guillermo Reparaz

Actualizado: 29/12/2016 13:28 horas

 

 

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